Dos semanas me llevó entender el corazón de Mr. Skinner, mi segundo rescatado. Es increible ver cómo su bondad no desaparece ni un instante. Tenía miedo, tanto que temblaba, la primera vez que lo vi. Creyó que le haría daño? Creyó que ... lo golpearía? El contraste en mi mente del primer día de su vida conmigo, y hoy, me hace sonreir.
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Mr. Skinner, minutos antes de ser rescatado. |
Intuición... Instinto. Han sentido un llamado dentro del corazón que les dice que deben hacer algo en particular, de inmediato? Eso fue lo que yo sentí un sábado, hace 2 semanas. Cambió todos mis planes, pero era algo que no podía esperar.
Se reportó el caso de un perrito abandonado, maltratado y desnutrido en Ceibos Norte, con número de contacto. Llamé dos veces y no salió la llamada. Tenía demasiadas cosas que hacer ese día, y ya que no había logrado comunicarme con ese número telefónico, dudé en volver a llamar. Pero algo más fuerte que mi, me hizo reaccionar. Llamé una tercera vez, y me contestó una joven. Creí que el perrito estaba con ella, pero no... él seguía en ese edificio abandonado.
La sensación de soledad, de no tener quién cuide de ti, o quién desee verte todos los días, creo que es la peor. Yo la he sentido, y creo que muchos de ustedes también. Pensar en que él estaba allí en ese momento, y que estaba en mi que siguiera solo y olvidado, o no... me empujó hacia él. Arriesgarse por otro, siempre vale la pena.
Entrar a Ceibos Norte fue demasiado fácil, incluso tuvimos ayuda de algunos. Edificio verde, abandonado... ninguno. Solo había un edificio en construcción. Qué mujer en sus 5 sentidos entraría sola a un edificio de 4 pisos en construcción, sin seguridad alguna, a las 6 pm? Ehm... yo. Algo me atraía hacia ese lugar; algo me hizo ir directamente al 2do piso, sin revisar otros lados.
Las escaleras de superficie irregular me hacian dudar en mis pasos, tenía miedo... no sabía que encontraria en aquel lugar, ni que pasaría después de eso. Dos personas venían detrás mío, se unieron a la búsqueda... pero, por alguna razón, me sentí sola en ese lugar. Mis ojos estaban atentos a cualquier movimiento... pero no tomó mucho tiempo. Ahi, a unos cuantos metros lejos de mi, estaba un perrito muy delgado, con manchas de color morado sobre su cuerpo, que me miraba con curiosidad, pero con temor... a lo lejos. Me fui acercando poco a poco, mientras le hablaba... le dije que no le haría daño, que solo quería ayudarlo... Pero, como confiar en un extraño? Su reacción fue la más esperada: se escondió. Pero aun así, de lejos, me miraba.
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La primera imagen que tuve de Mr. Skinner, apenas llegué al 2do piso de ese edificio. |
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Temiendo que le hiciera daño, se escondió detrás de unas tablas. |
Seguí conversando con él, mientras un señor que quiso ayudar y mi amiga Yadira buscaban algo con que hacer un collar "improvisado". Sí, una vez más fui a un rescate sin bozal ni correa, ni guantes... muy espontáneo. Confié en que si se debía dar, así sería. Y así fue. Dando pasos lentos, logré acercarme un poco más. Acerqué mi mano para que la huela, que logré? QUE ME LAMIERA LA MANO!!! Quedé encantada! Que dulzura de perrito... no quería hacerme daño, ni que yo lo hiriera a él. Ese "besito" fue su manera de decirme: "estamos en paz".
Cuando al fin logré colocarle un collar improvisado con la correa de la guitarra de Yadira, Mr. Skinner hizo pelea. No quería irse de alli.
Era su lugar seguro, donde había estado recibiendo alimento y cuidados empíricos de los obreros que laboraban en ese lugar, donde tenía cobijo. Para él, yo quería robarle su hogar. Pero no, yo quería darle la seguridad de comida a sus horas, todos los días, agua limpia, un techo, abrigo, y afecto.
Perdón por sacarte de tu hogar, y alejarte de tus amigos obreros, Mr. Skinner... Pero tu mereces mucho más que migajas de compasión. Nos fuimos directo a la veterinaria.
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Tiene unos hermosos ojos color miel. |
Hablé con el "pediatra" de mi perrita Catorce, y le conté del caso de Mr. Skinner. Me dijo que con gusto lo atendía, pero que lo esperara unos minutos.
Mientras esperaba, pensé que ya tenía a Harry y a mi Catorce en casa. A mi mamá no le gustaría la idea de un tercer perro. Pedí un milagro, y se me dió. Mi madre decidió salir con sus amigas en ese momento, así que podría llevar a Mr. Skinner sin que ella se diera cuenta. Yo seguía nerviosa, y él... también.
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Nerviosos los dos, esperando al Dr. Alvaro Carrascal. |
El doctor dijo que es un cruzado de Terrier, de aproximadamente 2 años. Que no se lo veía enfermo, pero si muy bajo de peso. Se le colocaron las vacunas necesarias, se lo desparasitó, y recibió multivitaminas. No estaba anémico. Los obreros de esa construcción lo habian estado alimentando ocasionalmente. Con un buen baño y mejorando su look en la peluqueria canina, Mr. Skinner quedará muy lindo :) no estaba enfermito.
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Revisión de la condición clínica de Mr. Skinner. Gracias, Dr. Carrascal! |
Llegamos a casa. Le enseñé su nuevo espacio, y enseguida se puso a examinarlo todo. Improvisé una camita con unas blusas, y sin dudarlo, la probó. Luego fue a ver a Harry de lejos. Todo le llamaba la atención. Catorce también estaba muy interesada en el nuevo integrante.
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Ya en mi casa, revisando el nuevo hogar. |
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Catorce, curioseando. |
Pocos días después, le tocó baño. Era justo y necesario, Mr. Skinner había pasado mucho tiempo en medio de polvo, cemento, maderas viejas y basura. Quería que se sienta limpio y fresco. Después de comprarle su toalla personal, y su jabón... y pedirle ayuda a Yadira nuevamente, estaba lista. Teníamos espectadores. Catorce en la ventana y Harry desde el patio interno. Ladrando y moviendo la colita, era su manera de mostrar entusiasmo por la visita de Mr. Skinner.
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Listo para su primer baño! |
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Harry, pendiente del baño de Mr. Skinner. |
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Momentos de su primer baño: fue divertido para todos! |
Al final, ya como nuevo... seco y limpio, Skinner tomó su merienda, y se fue a dormir. A pesar de todo, era innegable su pérdida de peso, por lo que sabía que su recuperación sería más larga de lo que pensé. Pero vale la pena, y él se lo merece.
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Ya bañado, llegó la hora de la comida! :) |
Días después, los chicos integraron a Mr. Skinner al grupo. Sale a pasear todos los días con sus amigos Harry y Catorce, quiere jugar con ellos... le gusta imitar los movimientos de Catorce, y ladrarle a otros perros, a lo lejos. Come cereal, pero sin prisa. No le gusta el Pediasure, por lo que me pone más difícil la meta de hacerlo subir de peso pronto. Le gusta correr y jugar a las cogidas. Siempre esta de buen humor, siempre es cariñoso, y durante estas dos semanas, jamás lo he visto enojado. Sería excelente mascota para los niños, por su tamaño pequeño y su gran corazón. Si desean ayudarlo, él solo necesita 2 cosas: latas de Ricocan cachorros para poder salir de su desnutrición... y lo más importante: un hogar definitivo que lo ame muchísimo, que se comprometa a cuidarlo bien incluso hasta cuando llegue a viejito.
Cualquier donación para este precioso perrito, pueden hacerla a la Cta. de Ahorros del Banco Bolivariano # 0021345899 a nombre de Natalie Vasconcellos Canales.
(Mail: nvasconcellosc@hotmail.com o Twitter: @dranutria)
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Mirando lo que sucede en la calle, desde el balcón. |
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Asomándose por la escalera en busca de Catorce. |
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Aja! Los atrapé chismeando! jaja |
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Suuuuuper engreido! |
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Mr. Skinner, hoy. |
"Hoy, soy un perrito estable. Sé que el pasado quedó atrás y que es mi presente y futuro lo que ustedes desean cambiar. Pero ya no tengo miedo. Existen personas egoístas, como quienes me abandonaron; y existen generosos, como los obreros de la construcción. Existe un mundo cruel e indiferente, pero existe otro que cuida de mi sin conocerme. Cuando mejore, cuando este bien... sé que yo puedo cambiar la vida de alguien, como ahora me la cambiaron a mi. Yo puedo olvidar la tristeza y la soledad, y llenar la vida de mi familia de alegría y sonrisas. Yo puedo dejar atrás el maltrato y descuido, y serle siempre fiel a mis padres humanos. Yo puedo jugar, correr, y dejarme acariciar otra vez, porque ya no recuerdo dolor, ya no siento temor... Estoy a salvo."