Y allí estaba ella, sentada en su silla... tratando de contarme una historia. No estaba aburrida, para nada... me encanta escucharla. Me contaba como perdió su historia. Pero no me comento como la inicio.
Cambio de asiento, de repente, y dijo en un tono un poco sarcástico: "el problema es que aprendí a trabajar con la mitad del vaso vacío"... Creí entender lo que me dijo, pero preferí simular confusión. Replicó: "Me acostumbré tanto a hacer lo que amo con el cerebro confundido y el corazón vacío, que cuando la situación cambiaba... Me sentía fuera de mi elemento."
Empecé a pensar en la causa, pero ella la dijo primero: "Cuando todos se derrumbaban, yo mantuve la estabilidad. O al menos, eso creí. La única diferencia entre ellas y yo, es que se apegaron a algo vivo, y yo... A algo muerto. Pero el golpe, lo sentimos todas". Literalmente, pensé para mi.
Yo la creía tan valiente... Pero al ver su debilidad, ahora lo doy por hecho. Llevamos tanto tiempo lejos, pero no se me hace difícil reconocerla. Ella es... Lo que son sus ojos. Al mirar en ellos, sé que no ha cambiado. El mundo lo ha hecho, su mundo... Pero ella, no. Me gusta que sea asi.
Ya no sé si soy su amiga, o su psicóloga. Ya no sé si la aconsejo, o aprendo de ella. Pero ver como se ha forjado al fuego, como el hierro, y ver su brillo a pesar de todo... Me desconcierta.
"Te puedo cansar con mis historias", dijo de repente. - No, en lo absoluto. Tu vida es un libro... Y me gusta leer. "... Bueno, como quieras", me respondió.
Siempre ha tenido esa actitud. Bueno, no siempre. Cuando era niña, se quejaba de si misma porque todo le afectaba. Siempre quiso ser adulta, incluso cuando su rostro dijera otra cosa. Y un día, sin razón, mencionó que se haría alguien más simple, menos "complicada". Pensé que era otra de sus resoluciones inconclusas, pero 20 años después, veo que se lo propuso... y lo consiguió.
Jamás he dudado de su capacidad. A ella, parece no importarle. No puedo evitar querer saber más, de alguna manera... es adictiva. No he encontrado a alguien similar, y me gusta coleccionar amistades. Y ésta, es bastante "especial". Ponerlo entre comillas me provoca risa, tengo una anécdota con ella sobre eso.
"Te molesta que te hablé en inglés?", me preguntó. - No, mientras entienda - le respondí. "Se me hace más sencillo expresarme"... De alguna manera, busca ocultar lo que siente. Esta vez, detrás de otro idioma.
Qué quiere ocultarme? De todo hemos hablado, ella no tiene reparo en hablar de cualquier tema. Qué es lo que no me ha dicho? Quizás cuando lo sepa, seré capaz de ayudarla.
"Debo irme... Hablamos mañana.", lo dijo como afirmación. Yo sé que con ella, es solo una posibilidad. - Hasta mañana, entonces- ... O hasta cuando decidas volver a hablarme...
- Romina.
Hola, me gusta como escribes, con un estilo anecdótico plasmas toda una historia.
ResponderBorrarEsto me encantó: "Te puedo cansar con mis historias", dijo de repente. - No, en lo absoluto. Tu vida es un libro... Y me gusta leer.